“En el paisaje se
encuentran todos esos elementos simbólicos que a mí me conmueven
mientras transcurre el viaje”. Francisco
Escalera
Efecto Luz III, Reina Sofía. Óleo sobre lienzo. 65 x 81 cm |
Mirar
las rigurosas pinturas de Francisco Escalera (Córdoba, 1965), de
enorme pericia técnica, pone de manifiesto la indomable inclinación
del pintor y su fecunda capacidad de trabajo. Sólo un artista
dispuesto a pasar innumerables horas delante del lienzo podría
alcanzar un resultado tan preciso.
La
obra de Escalera encaja perfectamente en una galería que, a lo largo
de su trayectoria, siempre ha confiado en la pintura de paisaje.
Diferentes “vistas” de Jenaro Pérez Villaamil, Serafín
Avendaño, Ovidio Murguía, Llorens, Bello Piñeiro, Lugrís Vadillo,
Arturo Souto o Leopoldo Varela han colgado en las salas de nuestra
galería. Ese gusto por el paisajismo y un cierto entender, entre
nuestros visitantes, por esa temática artística atemporal es lo que
nos ha hecho confiar en la obra de este brillante pintor cordobés.
La
estética de Francisco Escalera resulta envolvente; atrapa al
espectador con su trazo holgado y disperso, pero a la vez
extraordinariamente seguro en la plasmación de una realidad que
circunda y rodea nuestro espacio cotidiano. Es decir, el artista no
pinta los paisajes que vemos sino aquellos escenarios en los que
vivimos, donde las luces, los bloques y los planos no constituyen el
objeto de nuestra contemplación sino la escena del hombre
posmoderno: sus lugares comunes, su impaciencia, sus costumbres y sus
nexos. Sus cuadros ejemplifican como lo global nos ha impuesto unos
códigos de comunicación y decorados urbanos universales, con un
valor sígnico próximo a la categoría de abstractos. Arquitecturas
o playas lo mismo dan, ya que son, por lo tanto, en sí mismos.
Escenas de Playa 55. Óleo sobre lienzo. 65 x 81 cm |
Francisco
Escalera es el testigo de la realidad humana moderna. Ese estado que
se va apartando de la naturaleza para rodearse de un mundo en el que
poder vivir la ilusión de sentirse el único hacedor de todo cuanto
existe. Se trata de un universo en donde la luz, tan importante en la
obra del pintor, es la pieza básica que marca los horarios antes que
el elemento que dibuja las formas representadas. Entramos, pues, en
el universo simbólico del artista, en unas pinturas urbanas y
rurales que, según afirma, “tienen algo de metafísico que me
atrae y, sobre todo la dualidad del ser humano como
‘constructor-destructor’ del espacio y el silencio”.
Actualmente, el fondo de la galería cuenta con las dos obras de Francisco Escalera que se muestran en esta entrada.